El Lean Management o “gestión ajustada” es una estrategia de trabajo enfocada totalmente hacia el cliente, centrada en la parte fundamental de los procesos y que persigue en todo momento la eliminación de lo superfluo. La gestión ajustada implica mejoras objetivas, cualitativas y cuantitativas en la gestión de la empresa. Abarca las técnicas de gestión y el desarrollo de las personas, el verdadero motor empresarial.
Todo el mundo debe participar en el proceso de mejora dentro de la empresa: la alta dirección, los gerentes y supervisores, hasta los operarios. Es un modelo de gestión humilde y no arrogante, una gestión que observa, anima y aprende.
La gestión ajustada debe apoyarse en el lean thinking: una metodología que tiene como único objetivo la mejora continua, un proceso de aprendizaje y perfeccionamiento que no solo implica las herramientas y los métodos, sino también la cultura corporativa, el conjunto de normas y valores de la empresa; es una verdadera filosofía, más que la simple aplicación de un método o una técnica concreta. La gestión ajustada incluye el sistema de motivación, el sistema de formación y la forma de alinear objetivos y proyectos. Por todas estas razones, desde Gesgrup queremos hablarte de los 5 primeros pasos Lean.
5 Principios del Lean Management
Los ideales que el Lean Management propone a las empresas para diferenciarse de la competencia son:
- Capacidad de distinguir entre las actividades que añaden valor para el cliente y las que no, optimizando los recursos de la empresa.
- Mapa de generación de valores.
- Consecución de la estandarización de los procesos mediante el aprendizaje continuo.
- Análisis de los procesos empresariales con el objetivo de identificar los puntos críticos: poner de manifiesto los desperdicios y destacar las oportunidades de mejora.
- Mejora continua con la participación de todos los niveles de la organización.
Identificación de necesidades
Toda empresa debe ofrecer un producto/servicio en el que los clientes estén dispuestos a gastar su dinero y su tiempo. Para ello, hay que reconocer e identificar las necesidades latentes o manifiestas de los consumidores y actuar en consecuencia.
La consecuencia de este primer principio es que una organización debe eliminar todo lo superfluo que no beneficie o valore a los clientes. Una vez que se haya identificado lo que realmente importa a sus usuarios, puede pasar al siguiente paso.
Mapea el flujo de valor
¿Cuáles son los procesos y las personas que intervienen en la creación de valor? ¿Cómo nace el producto o servicio? El segundo principio del Lean Management consiste precisamente en reconocer y cartografiar cada etapa de producción para identificar todas las variables. Será más fácil identificar qué recurso o unidad de negocio está bloqueando y reduciendo la eficacia.
Crear un proceso de trabajo continuo y fluido
Obviamente, el problema nunca es exclusivo de un miembro del equipo o grupo de trabajo, sino que puede haber un problema de comunicación entre diferentes grupos, que inevitablemente tienen que trabajar juntos. ¿Qué hacer? El tercer principio del Lean Management recomienda identificar y desglosar el trabajo en su conjunto en partes más pequeñas, como una hoja de ruta. Entonces será más fácil actuar haciendo cambios pequeños pero efectivos.
Reducción de desperdicios
Debería ser importante para una empresa reconocer cuándo la respuesta supera la demanda real. Evitar los desperdicios ayudará a la organización a reducir los gastos.
Mejora continua
El quinto y último principio se refiere a la mejora continua, que ya hemos mencionado varias veces. Todo lo que habremos hecho antes (identificación del problema, mapeo y reajuste de los procesos de trabajo) fracasará si este último paso falla.
Por tanto, hay que estar preparados para eliminar todo lo superfluo en un ciclo de mejora continua en el que se cuestiona cada pequeño detalle para encontrar una solución mejor y más eficiente.